Por Cecilia Hernández, ECO-RE
El Golfo de Fonseca es una gran bahía situada en el Pacífico, que es compartida por El Salvador, Honduras y Nicaragua. Su rica biodiversidad incluye una amplia bahía de islas, manglares y v estuarios, conformando 30 Áreas Protegidas que forman parte del Corredor Biológico Mesoamericano. (BCIE, 2021). Se estima que en el área del golfo de Fonseca se asienta una población de 750.000 habitantes, los cuales, para subsistir, realizan actividades de pesca, agricultura, comercio, turismo, agro exportación y otras que, en diferentes dimensiones, contribuyen a aumentar el problema de degradación ambiental de tan importante ecosistema (Canales, 2012).
Para finales de noviembre del 2019, se reportó una muerte masiva de moluscos y bivalvos, afectando las especies: casco de burro, almeja, churrias y curiles (ISF, 2020). Las autoridades gubernamentales competentes, a través de alianzas hicieron estudios para determinar las causas; sin embargo, hasta la fecha los resultados no han sido divulgados.
Según Fondo para el Manejo de las Áreas Protegidas y Vida Silvestre (2014), entre las principales causas de la degradación del ecosistema se encuentran:
· Construcción de estanques para la cría y cultivo de camarón.
· Producción de sal.
· La erosión y sedimentación.
· Agricultura y ganadera.
· Construcción de carreteras, urbanizaciones e infraestructura (FAPVS, 2014)
Cabe mencionar que en la región se ha presentado un incremento exponencial de la industria camaronera en la región, actualmente se encuentran 407 fincas de producción primaria, 12 laboratorios larvarios y 13 plantas de empaque en los departamentos de Choluteca y Valle (ANDAH, 2022).
La construcción de piscinas camaroneras, canales, terraplenes, carreteras de acceso, sistemas de bombeo de agua, dentro o próximos al manglar primario, cambia o restringe los flujos naturales del agua y puede afectar a los manglares restantes cerca de las camaroneras, por cuanto ellos son extremadamente sensibles a los cambios en la calidad y circulación del agua. Regionalmente, los efluentes con nutrientes de las camaroneras pueden estimular florecimientos de algas (blooms) que pueden causar mortandad de peces mediante la producción de toxinas o causando condiciones anóxicas (MacLean 1993). Weston (1991) informa que ciertas especies del fitoplancton pueden matar peces y mariscos por daños físicos en los tejidos sensibles, obstrucción de las branquias o producción de toxinas. Florecimientos masivos de algas extraen el oxígeno del agua y, literalmente, sofocan a otras especies, conforme dominan las aguas costeras
A finales del año 2021 se reportaron hallazgos de almejas y churrias en la zona de Amapala, la cual fue la más afectada por este fenómeno. Si bien, las causas pueden variar o ser una suma de factores; es preocupante la situación; ya que hay especies que no se han regenerado, como el casco de burro, y las poblaciones de churrias, curiles y almejas que se encuentran han cambiado su pigmentación y su recolección hasta ahora ha sido sin respetar tallas debido a la crisis económica que afecta los hogares.
Honduras es el tercer país de América Latina en exportación de camarón, especialmente a los Estados Unidos. ¿Realmente conocemos la relación costo beneficio, los impactos y las presiones que hay en los ecosistemas debido a esta industria? ¿Sabemos cómo está impactando directamente a otras actividades productivas? ¿Conocemos la relación entre lo micro y lo macro relacionado a esta industria?, si generan tanto empleo y bienestar, ¿por qué la migración sigue en aumento? ¿Por qué la región del Golfo de Fonseca no termina de despegar? ¿Es de interés nacional la zona sur? ¿Realmente estamos conscientes que el 80% del marisco que se comercializa en la capital proviene del Sur?
En la región existen diversas iniciativas organizativas y multisectoriales con las que se puede trabajar y hacer análisis profundos, que salten de lo local y regional a lo nacional. Es urgente, que esta problemática sea llevada al Gobierno Central y la Secretaría de Mi Ambiente, necesitamos que la instalación de estas empresas sea regulada y supervisada continuamente; todos sus procesos y protocolos, así como los salarios e impuestos que pagan.
La tala de mangle a gran escala puede llegar a un punto de no retorno; y todas las familias que viven del recurso marino costero se verán cada vez más afectadas por la instalación de fincas camaroneras que producen producto para exportación, pero destruyen lo local. Es necesario que este tipo de estudios, análisis e investigaciones se realicen en conjunto con las comunidades involucradas, para que exijan rendición de cuentas y procesos de consulta; ya que el recurso es patrimonio y herencia de ellas.
Bibliografía.
Asociación Nacional de Acuicultores de Honduras (2022). Integración del sector acuícola de Honduras., de https://andah.hn/integracion-del-sector-acuicola-de-honduras/
Canales, S. (2012) Reforestación de Mangle en el Golfo de Fonseca, Honduras https://acchonduras.files.wordpress.com/2014/07/reforestacic3b3ndemanglar_sandracanales_211112.pdf
Fondo para Manejo de Áreas Protegidas y Vida Silvestre (2014). APRENDAMOS SOBRE EL BOSQUE MANGLAR DEL GOLFO DE FONSECA HONDURAS. De http://www.chmhonduras.org/phocadownloadpap/CODDEFFAGOLF/Material_Educativo/Bosque%20d%20Mangle%20-%20Version%20Popular-1.pdf
Ingeniería Sin Fronteras (2020). Alerta en el Golfo de Fonseca. Grave mortandad de bivalvos. De https://www.isf.es/2020/01/30/alerta-en-el-golfo-de-fonseca-grave-mortandad-de-bivalvos/
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