Durante la última década, a nivel de negociaciones y acuerdos internacionales, se han puesto sobre la mesa las propuestas de economía verde y economía sostenible, como alternativas de desarrollo sin arriesgar el crecimiento económico, ni los límites planetarios. Según el PNUMA, la economía verde es aquella que mejora el bienestar del ser humano y la equidad social, reduce significativamente los riesgos ambientales y escasez ecológica; para ser verde, una economía no solamente debe ser eficiente, sino también equitativa (PNUMA, 2011).
La industria camaronera en la zona sur, afirma gestionar sus empresas a largo plazo para beneficio de sus clientes, socios y empleados bajo un enfoque de sostenibilidad, económica, social y ambiental”. Estas empresas poseen sellos y licencias internacionales que certifican, sostenibilidad, seguridad alimentaria, comercio ético y valores éticos del producto. Aunque para Naredo & Gómez-Baggethun (2019), la acentuación del aumento de regulaciones y estándares ambientales, más etiquetado verde de los productos, responde al aumento de la sensibilidad social sobre la problemática ecológica.
En la economía verde, el capital natural es conceptuado como un activo económico crítico (Naredo & Gómez-Baggethun, 2019). En estudios de Biodiversidad e Impacto Ambiental, estas empresas reportan la plantación de mangle sin necesidad de compensación por “ganancias netas” desde la instalación de sus fincas; y afirman que el agua constituye su principal insumo proporcionando las condiciones para el crecimiento adecuado de camarón.
La industria camaronera tiene como misión satisfacer la demanda con mejora continua enfatizando en la sostenibilidad ambiental; para generar progreso y bienestar al país, accionistas, empleados y socios estratégicos.
La comercialización del camarón en Honduras ha representado un porcentaje importante del PIB; sin embargo, al ser un commodity; existen muchas variables que pueden determinar su oferta y demanda. Para que sea un mercado sostenido en el tiempo, el Estado hondureño ha brindado muchos beneficios, como ser: concesiones y exoneraciones; cuyo costo social y ecológico es elevado, ya que somos uno de los países más pobres de la región.
Para una producción más sostenible, consideramos necesario reflexionar y no tanto innovar; esta industria se caracteriza por hacer frente a los desafíos de plagas, competitividad y eficiencia con innovación; sin embargo, el planteamiento del problema y de sus posibles soluciones se viene planteando desde de la década de 1970, donde se buscaba la adaptación de la estrategia de sostenibilidad a los límites ecológicos planetarios (Gómez-Baggethun, 2013).
Son muchas las problemáticas que se ciernen en el entorno de la producción de camarón; sobre todo en los últimos años con el manejo de los residuos para limpiar las piscinas; que impide conservar la calidad del agua de los esteros; es por ello que es necesario un manejo responsable en el tiempo y todas las etapas de producción; recordando lo que nos dice (Georgescu-Roegen, 1986) sobre la ley de la entropía, la materia, al igual que la energía, se degrada continua e irrevocablemente del primero al último estado; esto afecta otros ecosistemas y a otras poblaciones con las que se convive y es necesario tomar en cuenta.
En relación al comercio internacional de commodities y esta apuesta por producción significativa para el PIB; (Cango et al., 2021); sostiene que al contrario del supuesto de la economía convencional de la relación entre oferta y demanda, la especialización productiva externa condiciona el consumo interno, resultado no esperado del modelo primario exportador. Esto se corrobora con la realidad, las zonas costeras del Golfo de Fonseca, que son de las más amenazadas en términos de seguridad alimentaria; las fuentes de agua son escasas para las comunidades y la sequía amenaza a la región.
Las relaciones de poder internacionales desiguales, junto a la falta de políticas públicas internas de diversificación industrial; han hecho que nuestras regiones con alta diversidad biológica y cultural, le terminen apostando a la exportación de materia prima, generando un desbalance entre lo que se exporta y lo que se importa; dejando daños significativos a nivel social y ambiental.
Empresas con tanta trayectoria, inversión, innovación tecnológica y posicionamiento local, ante un mercado competitivo, generan más dependencia de este tipo de economías y menos alternativa; reprimarizando la economía (Cango et al., 2021).
¿Hasta cuándo las estrategias de la industria camaronera hondureña seguirá ocultando el verdadero impacto ambiental de su producción? Ello dependerá, en parte, del vigor que alcancen las denuncias y resistencia ante el discurso económico dominante; o de investigar e informar sobre los rasgos esenciales del metabolismo de la civilización industrial, que son fuente de desarrollo económico y deterioro ecológico; esto hacerlo con y para las comunidades; no basta con conservar (Naredo & Gómez-Baggethun, 2019).
Bibliografía
Cango, P., Ramos Martín, J., & Fander, F. (2021). Comercio internacional desigual y pérdida de autosuficiencia alimentaria en Sudamérica. En Economía Ecológica Latinoamericana (Primera Edición, pp. 253-280). Siglo Veintiuno Editores ; Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales. https://biblioteca-repositorio.clacso.edu.ar/bitstream/CLACSO/169778/1/Economia-ecologica.pdf
Georgescu-Roegen, N. (1986). The entropy law and the economic process in retrospect. Eastern Economic Journal, 12(1), 3-25.
Gómez-Baggethun, E. (2013). Economía verde o la mistificación del conflicto entre crecimiento y límites ecológicos. En Google Docs. https://drive.google.com/file/d/13fKD8a_WdsqpHOFf4DCxaK_ABMIcUpj_/view?usp=drive_web&usp=embed_facebook
Grupo Granjas Marinas. (2022). Estudio de Biodiversidad e impacto ambiental (B-EIA), Primera Actualización.
Naredo, J., & Gómez-Baggethun, E. (2019). Río+20 en perspectiva. Economía verde nueva reconciliación virtual entre ecología y economía. Google Docs. https://drive.google.com/file/d/13u01UYL2T7XoJRn_5gPXWwd2XDnGzzJI/view?usp=drive_web&usp=embed_facebook
PNUMA (Ed.). (2011). Towards a green economy: Pathways to sustainable development and poverty eradication. UNEP.
Comentarios
Publicar un comentario